De luto, mi abuelo murió apretando la mano de mi madre, con lagrimas en sus ojos azules. 92 años de experiencias, conoció todo México y parte de EEUU en sus viajes de contrabando abordo de trenes y mochilazo. Amaba al beisbol y a los Padres de San Diego, nunca perdió la fe. Odiaba el soccer y el futbol, decia que era una tonteria que tantos monos fueran detras de una pelota, y peor, que se golpearan por tenerla.
Nos llevaba a mi hermano y a mi corriendo detras de el cuando ibamos al Jack Murphy a ver beisbol de grandes ligas. Muchas veces lo vi en una banca en la zona centro con sus amigos leyendo el periodico. Siempre bien informado, y con una inteligencia envidiable.
Me dijo una vez que las mujeres son tan cabronas que nos hacen creer que escogemos a quien queremos, cuando la verdad son ellas quienes lo hacen.
